Criminólogo ofrecerá curso taller para detectar a personas mentirosas

Será mañana miércoles 31 de mayo, en el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas

Los mentirosos desvían la mirada, cruzan sus brazos, exageran su apariencia de tranquilidad y pueden bloquear la comunicación al cruzar las extremidades o dirigir las puntas de sus pies hacia la salida más cercana. Por estas y otras señales del cuerpo es posible detectarlos.
 
Una persona tiene comportamientos engañosos o miente 20 veces al día, en promedio. Las causas pueden ser diversas como la ocultación de un ilícito patrimonial o una infidelidad, la obtención de un puesto de trabajo o evitar algún conflicto, afirmó Sergio Eduardo Leal Ramírez, criminólogo con especialidad en seguridad privada y consultor para la protección empresarial.
 
Leal Ramírez impartirá el curso taller “Detección de comportamientos engañosos”, en el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la UdeG.
 
Explicó que los expertos pueden detectar los más leves o evidentes engaños, y situar sus causas con una metodología adecuada que los ayude a detectar si las mentiras tienen que ver con el objetivo que se persigue –como la selección de una persona a un puesto de trabajo–, y separarlas de comportamientos engañosos que tienen otras motivaciones.
 
Destacó que en el ámbito privado es donde más se utilizan metodologías para detectar comportamientos engañosos. El 80 por ciento de los casos de ilícitos que se resuelven en el ámbito empresarial en el país como robos, fraudes, extracciones u homicidios se deben a esta técnica, que lleva a la confesión o aceptación del hecho y tiene 100 por ciento de confiabilidad.
 
En las secretarías de Seguridad Pública, corporaciones policiacas y de Procuración de Justicia sólo es utilizado en la selección o contratación de personal, y para detectar una conducta inadecuada mediante pruebas de control de confianza.
 
Para tener éxito en la detección de mentiras deben de identificarse los objetivos específicos, como saber si una persona es infiel o cuenta con la preparación suficiente para un puesto laboral. Después, debe de calibrarse a la persona sujeta de evaluación mediante la identificación de tics, hábitos y costumbres de conducta.
 
El entrevistador puede hacer preguntas sobre deporte, cine, espectáculos, etcétera, para detectar qué tanto nivel de relajación tiene. Posteriormente, se pasa a la confrontación mediante preguntas directas sobre lo que se quiere saber. Por ejemplo, si robó o engañó. En ese momento, el individuo entrevistado puede, mediante sus movimientos y posturas, indicar si está engañando o no.
 
Leal Ramírez señaló que los expertos suelen utilizar preguntas contradictorias para detectar los parámetros de veracidad o rangos de mentira. Y explicó que muchas veces los investigadores novatos omiten los pasos y empiezan a buscar síntomas de mentira, y ésta puede deberse a que el individuo engañe, pero por otros motivos diferentes al objetivo que se persigue.
 
Recomendó no aplicar estos conocimientos en el ámbito familiar, ya que haría muy insalubre la relación con otra persona si no se tiene la madurez mental y emocional adecuada.
 
El curso taller, organizado por el Instituto para el Desarrollo y la Innovación de la Tecnología en la Pequeña y Mediana Empresa (IDITPYME) del CUCEA, tendrá lugar el miércoles 31 de mayo, de las 15:00 a las 19:00 horas, y es útil en la selección de personal, investigación de ilícitos patrimoniales, para mejorar la comunicación interpersonal y en procesos de venta y comercialización.
 
  
Texto: Martha Eva Loera
Fotografía: Internet