El bullying no se resuelve con medidas punitivas

En las políticas públicas para frenar la violencia escolar se deben buscar medidas tendientes al mejoramiento y no al castigo del agresor.

Es un error considerar que el bullying se resuelve mediante medidas punitivas o con la criminalización del problema, puesto que la prevención queda totalmente eliminada, afirmó el doctor José Claudio Carrillo Navarro, miembro del Consejo Mexicano de Investigación Educativa e investigador del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), de la UdeG.

El académico expresó su opinión sobre la solicitud de la Comisión permanente del Congreso de la Unión a las autoridades municipales, estatales y federales para realizar acciones necesarias que permitan investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos de niños y adolescentes que han sufrido violencia escolar. Destacó que se trata de medidas de tipo punitivo, y que por parte de dicha comisión no ha habido ningún acercamiento con los académicos que estudian el problema.

Carrillo Navarro enfatizó que es recomendable el desarrollo de proyectos integrales en cada escuela que incorporen a directivos, profesores y padres de familia. Y que es conveniente la participación de orientadores psicológicos y educativos, y trabajadores sociales, que conecten a la familia, a la comunidad con la escuela.

El académico lamentó que las políticas públicas sigan divorciadas de la investigación académica y dijo que es necesario hacer un diagnóstico por escuela, estado y región que precise el estado actual del problema. "Sin diagnósticos se corre el riesgo de intervenir en los espacios educativos sin un conocimiento certero y detallado sobre qué requiere cada institución".

Se manifestó asimismo a favor de crear observatorios sobre violencia escolar con dimensiones locales o regionales. A nivel nacional es importante pensar en un gran observatorio, así como foros de discusión para que los directivos asuman medidas sustentadas en criterios de la academia y no de la consigna política.

Aseguró que en las políticas públicas para frenar la violencia escolar no debe faltar el apoyo de investigadores y buscar medidas tendientes al mejoramiento, la corrección y la modificación de la conducta, y no el castigo, la expulsión o la exclusión del agresor.

Las medidas para hacer frente al bullying que apuntan a reprimir, excluir, separar o castigar, eliminan o extirpan a sujetos del sistema educativo, pero sin darles la oportunidad de reformar sus acciones, concluyó Carrillo Navarro.

Texto: Martha Eva Leora

Foto: Abraham Aréchiga