El suicidio se puede prevenir desde las aulas

El abordaje que se le pueda dar al suicidio desde el contexto educativo contribuye a su prevención. El Dr. Roque Quintanilla, de la Asociación Mexicana de Suiciodología, dio una charla a docentes sobre los factores de riesgo que se pueden observar en las aulas y habló sobre acciones de prevención que pueden ser aplicadas en el CUCEA a fin de atender el tema del suicidio en jóvenes.

El Dr. Roque señaló que es importante "diseñar una propuesta de intervención educativa (...) que tienda a paliar el problema del suicidio", pues se ha encontrado que el grupo etario con más casos de suicidio se encuentra entre los 15 y 24 años de edad, grupo donde pueden ser ubicados los jóvenes universitarios.

El suicidio debe ser entendido como una expresión individual final a un proceso multicausal, etario y cultural que no implica un trastorno mental, sino un dolor psicológico producido por un problema que rebasa la capacidad de manejo del mismo, por lo que el afectado decide terminar con su vida.

Entre las acciones que se pueden emprender para ayudar a la prevención del suicidio dentro de la escuela, está el desarrollo del programa "Salvando una vida", que consiste en capacitar a un grupo de jóvenes que estén informados sobre el tema y que puedan ayudar a detectar casos de compañeros con tendencias suicidas.

Por otro lado, el sistema de tutorías también puede funcionar para atender a estudiantes que contemplen quitarse la vida y canalizarlos a tiempo con un especialista. La idea de capacitar también a alumnos es porque a veces, según el tipo de personalidad, los jóvenes no acuden a un adulto para tratar de pedir ayuda y prefieren recurrir a sus amigos.

Entre las advertencias a las que se debe poner cuidado en las aulas están los cambios abruptos en el modo de vida del alumno y las expresiones donde la muerte tenga más valor que la vida, esto debido a que más del 80% de suicidios consumados presentaron avisos.

Otro aspecto importante es el trabajo con las personas que estuvieron cercanas a una situación de suicidio, pues según el Dr. Roque, al menos siete personas quedan altamente afectadas por lo que es importante darles seguimiento psicológico.

Por último, el Dr. Roque resaltó que en caso de detectar un alumno con ideas de suicidio, los profesores deberán tomarlo en serio, aceptar la responsabilidad de ayudarlo, respetar los motivos que exponga el afectado, escucharlo, canalizarlo para que reciba una atención más especializada y darle seguimiento a su caso.

El Dr. Roque es Profesor Investigador Titular "C" del Departamento de Psicología Aplicada en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Miembro Fundador de la Asociación Mexicana de Suicidología y Maestro en Salud Pública y Doctor en Psicología de la Salud.

Texto: Alma Delia Sánchez

Foto: Magaly Aldana