Una tenista de dinastía

La tenista Karen Hernández, estudiante del CUCEA, gana medalla de bronce en la modalidad de singles.

 

“Mi abuelo representó a México en una Copa Davis en los años 60. Mi papá ganó una Universiada Nacional por parte de la UdeG, y se fue a competir a la Universiada Mundial.  Mi hermano también juega tenis, pero él más por pasatiempo. Empezó a jugar antes que yo y cuando lo veía, pensaba: yo también quiero jugar tenis. Creo que desde chica ya lo traía en la sangre”, confiesa Karen Hernández (Guadalajara, 24 años), medallista de bronce en la modalidad de singles en la Universiada Nacional UdeG 2016.
 
La tenista tapatía estudia la licenciatura en Negocios Internacionales en el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), de la Universidad de Guadalajara. Desde 2013 forma parte de la Selección de Tenis CUCEA.
 
Para Karen, su sacrificio más grande fue dejar su país, su familia y sus amigos a los 14 años para cumplir su primer sueño: ingresar a una academia de tenis en Estados Unidos, donde entrenaba seis horas al día y sus actividades escolares las realizaba vía internet.
 
“El tenis siempre ha sido parte de mí. Desde chica he aprendido a combinar tenis y escuela. (En la academia) teníamos horarios estrictos, por eso me hice más disciplinada. Me encanta entrenar duro, y para hacer las dos cosas al mismo tiempo, había que organizar tus horas de clases y tenis… y que tengas pasión para hacer eso”.
 
Su cosecha de medallas es ejemplo de ello. A partir de los 11 años representó a Jalisco en Olimpiadas Nacionales. En circuitos locales y nacionales participa de manera regular, además de competir en torneos celebrados en El Salvador, Costa Rica, Bahamas y Guatemala.
 
La edición actual es el tercer proceso vivido en la competencia deportiva estudiantil más importante del país. En su primer año clasificó a la etapa estatal, pero una enfermedad no le permitió competir en la fase regional. Fue en 2015 cuando alcanzó su primera justa nacional, en la universiada que organizó la Universidad Autónoma de Nuevo León.
 
Actualmente, en sus horas libres da clases particulares de tenis a niños, siendo esa actividad el principio de su objetivo profesional y emprendedor: “Me encanta poder transmitirle a mis alumnos mi experiencia. Una de mis metas, de mis sueños, es hacer una academia de tenis para apoyar a los chavos mexicanos, becar a los que tienen talento y que tengan ese lugar para entrenar, para tener una buena alimentación, preparadores físicos y todo ese balance para que pueda crecer el alumno”, concluye Karen Hernández, en otra muestra de que el tenis seguirá formando parte de su vida.

Texto: Citlalli Medina 
Fotografía: Laura Sepúlveda