Vuelve a las aulas y es ‘mamá CUCEA’

Para tener un aumento de sueldo es necesario contar con un título universitario. Por eso Silvia Águila Rea comenzó la carrera en Recursos Humanos en el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

 

Tiene 44 años y cursa noveno semestre; como sus compañeros tienen la misma edad de una de sus hijas y ella les da consejos para la escuela y la vida, le dicen “mamá CUCEA”.

 

Cuando llegó, sus compañeros pensaron que era maestra. Saludó y buscó un lugar; ellos también tomaron asiento, por lo que tuvo que aclarar: “soy alumna”.

 

Actualmente trabaja en el departamento de Finanzas en la UdeG; es técnico administrativo.

 

“Quería incrementar mi sueldo y necesitaba tener una licenciatura para poder, con papelito habla, solicitar un aumento o un nuevo puesto, y ya con eso también darles el ejemplo a mis hijas, que con esfuerzo se pueden lograr las cosas”, explicó.

 

En vez de que la edad sea un obstáculo para relacionarse con sus compañeros, hay quienes tienen la necesidad de ser escuchados y otros, con problemas más serios.

 

“Es muy bonito porque son de la edad de mi hija la mayor; haz de cuenta que estoy conviviendo con mis hijos”, comentó.

 

Hasta el momento no le ha tocado estudiar con un alumno mayor que ella. Recordó que al iniciar la carrera se preguntó qué hacía en la escuela con puros “chiquillos”, alumnos que van “frescos” de la prepa.

 

Una de las motivaciones que la impulsó se le presentó desde la fila de admisión. Conoció a un par de jóvenes con discapacidad motora en silla de ruedas y a una joven con cáncer. Así que, pensó, probablemente irían despacio: ella por la edad y ellos por su discapacidad.

 

Su rutina comienza con su trabajo de las 8 a las 15 horas. Luego, toma el tren a Periférico Norte y posteriormente se dirige al CUCEA. Regresa a casa alrededor de las 23 horas.

 

Hace tarea unas dos o tres horas, hasta que aguante. Si le va bien, duerme cinco horas, no menos.

 

El resto de las asignaciones las completa el fin de semana, en ese momento adelanta lo más que pueda.

 

Así, lleva un promedio de nueve; no ha reprobado, pero su mayor dificultad son las matemáticas.

 

Ana Paulina, su hija de 20 años, estudia negocios internacionales en séptimo semestre y Diana Laura, de 11 años, sexto de primaria.

 

Y aunque Ana Paulina y ella son universitarias pocas veces coinciden para hacer tarea.

 

Logró una mejor comunicación con su proyecto académico; pidió a sus hijas paciencia y ellas la apoyan. También cambió un poco: era muy “preocupona”, pero ya no tanto. Vive la meta del día y listo.

 

 

Frase:

“Es muy bonito porque son de la edad de mi hija la mayor; haz de cuenta que estoy conviviendo con mis hijos”

Silvia Águila Rea

Estudiante

 

Texto: Elizabeth Ortiz, El Diario NTR Guadalajara

Foto: El Diario NTR Guadalajara